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Ahhh!!! Yo pensé que era un restauran! Qué tarde que es a las 23! Loko, es un pub, a que hora querés ir? Es más, diría que es temprano. Verdaderamente me tienen las bolas re contra llenas. Después no quiero que me digan, que raro que estás… tas perdido… no no no señores, no se confundan, no estoy raro, estoy podrido de la imbecibilidad que es distinto, de que en un año, nadie agarrara la manija para organizar un puto partido de fútbol, una salida, algo… Si yo, para variar, no me pongo a todos al hombro, nadie mueve un dedo. Y más de uno sabía que distaba mucho de ser un año bueno para mí, pero igualmente se lavaron las manos.
Eso sí, cuando necesitan algo, el primer boludo en estar soy yo. Así que, más que nunca, cuando le hable sin ganas a alguno de ustedes por tel para no cagarlo a puteadas etc, cuando una persona común lo haría, y me vengan con que estoy raro, etc, o me vengan: che hagamos un partido (mejor dicho, armá un partido) y lo mande a la recalcada concha de su madre, no quiero quejas, porque a la primera cosa que me moleste, sea como respira o el color de remera que tenga puesta, lo voy a buscar, y lo recontra cago a trompadas. Clarito no?
Hace dos semanas que vengo hablando por tel, preguntando por mail… estaba todo bien. Tengo que reservar para que empiecen los quilombos? Toy a punto de hacer una limpieza general. Verdaderamente no sirven ni para tomar mate. Estoy completamente decepcionado. Cada uno sabe lo que le toca. Se pueden estar muriendo que me chupa un huevo, no me caliento más por nadie. Este nuevo año, juro que me las cobro todas juntas. Sepanlo. A los que van, bienvenidos como siempre, a los que no, tan fuori de la copa.
Necesitaba desahogarme. Thanks!
El mejor amigo del hombre, dicen… y bastante de cierto hay en eso. Cuánto te extraño desgraciado!!! El perro que tuve desde los 45 días, el mismo que murió a mi lado, el que casi me arranca un pedazo, el que jugaba conmigo a la pelota, el que me hacía la percusión mientras tocaba…
Cómo lo disfruté. Cuántas veces lo quise ahorcar cuando no me obedecía. Cómo disfrutaba meterse en la pile, tomar helado, echarse en el patio a tomar sol, o simplemente jugar con su pelota.
Y realmente siempre me cuidó, a su manera. Y sufrió como nosotros…
Cyzeta Nuá
Divina fantasía
Despertar fugaz
En mis hombros
La chica de plástico
El jardín de la juventud eterna
Mirando las estrellas
Aprendiendo a vivir
Gladiador
Encuentro fatal
En el humus
Carrera alocada
Despertar amable
En marzo de 1791, Mozart ofreció en Viena uno de sus últimos conciertos públicos, tocó el Concierto para piano nº 27. Su último hijo, Franz Xaver, nació el 26 de julio.
Cuando subía con su esposa al carruaje que los llevaría a esa ciudad, el desconocido se presentó otra vez, preguntando por su encargo. Esto sobrecogió al compositor.
Más tarde se supo que aquel sombrío personaje era un enviado del conde Franz Walsseg, cuya esposa había fallecido. El viudo deseaba que Mozart compusiese la misa de réquiem para los funerales de su mujer, pero quería hacer creer a los demás que la obra era suya y por eso permanecía en el anonimato.
En octubre de 1791 su salud empeoró, caminaba con su esposa por un parque cuando de pronto se sentó en un banco y muy agitado comentó a Constanze que alguien lo había envenenado. Al poco tiempo quedó postrado en su lecho. Mozart sentía que ya no volvería a levantarse, pero quería terminar su propia misa de difuntos y dictó a Franz Xaver Süssmayer, su discípulo, las indicaciones para completar el Réquiem. Pero le faltó tiempo. El 5 de diciembre de 1791, Mozart falleció en Viena a los 35 años de edad y su funeral tuvo lugar en la Catedral de San Esteban (donde también se casara con Constanze). Recientes investigaciones han sugerido que Mozart murió por una fiebre reumática, aunque existen múltiples conjeturas. Debido a las penurias económicas, fue enterrado en una fosa común en el cementerio de St. Marx, aunque existe la teoría de que el enterrador, conociendo de quién se trataba, le anudó una soga al cuello, por encima del saco que envolvía el cuerpo. También se sabe que nadie acompañó el cuerpo hasta el cementerio, debido a que hacía un mal día y llovía mucho, solamente lo acompañó hasta el final su perro. En la actualidad, hay un supuesto cráneo de Mozart al que se le han hecho diversas pruebas de ADN comparándolo con los de su sobrina y su abuela materna, para poder así confirmar la autenticidad del mismo, pero no sólo encontraron que el ADN del cráneo no coincidía con los de sus dos familiares, sino que el de ellas entre sí tampoco concordaba.
Mozart al morir, consiguió terminar tan solo tres secciones con el coro y orgánico completo: Introito, Kyrie y Dies Irae. Del resto de la secuencia sólo dejó las partes instrumentales, el coro, voces solistas y el cifrado del bajo y órgano incompletos, además de anotaciones para su discípulo Franz Xaver Süssmayer. También había indicaciones instrumentales y corales en el Domine Jesu y en el Agnus Dei. No había dejado nada escrito para el Sanctus ni el Communio. Su discípulo Süssmayer completó las partes faltantes de la instrumentación, agregó música en donde faltaba y compuso íntegramente el Sanctus. Para el Communio, simplemente utilizó los temas del Introito y el Kyrie, a manera de reexposición, para darle cierta coherencia a la obra.
El estreno de este Réquiem se produjo en Viena el 2 de enero de 1793 en un concierto en beneficio de la viuda del músico austríaco. Fue interpretado de nuevo el 14 de diciembre de 1793, durante la misa que conmemoraba la muerte de la esposa de Walsegg.
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Trabajar en el Teatro San Martín es realmente un trabajo satisfactorio. Se respira un ambiente de compañerismo y respeto por los que comparten ese espacio con uno. Para mí que vengo del teatro privado es notable la diferencia en cuanto a las consideraciones justificadas que se tienen con los trabajadores.
Por último quiero acotar que para mi recorrido estar trabajando en este momento junto a Mauricio Wainrot es un verdadero honor y reconozco en él a un auténtico conductor, por capacidad artística y operativa. El grupo de bailarines que ha formado es realmente impresionante y suma un motivo más a mi alegría por estar trabajando en esas paredes de la calle Corrientes.
Fue y es adaptarme al formato de trabajo que existe en el teatro.
Sin dudas, El Mesías por la integridad de la composición musical y lo magnífico de la creación de Wainrot.
Trianón
San Juan y Boedo antiguo esconden secretos porteños, leyendas y parte de nuestra historia. Hábitat natural de intelectuales, hinchas, escritores, socialistas y demás atractivos personajes, es un sentir de Buenos Aires. Siguiendo con el aire histórico innegable en este barrio se erige Trianón. Desde 1940 es espacio donde comer platos de la cocina internacional e italianos. Los recomendados de la casa son el sándwich de pavita, la pizza napolitana y los impagables tallarines a la príncipe de Nápoli ($6). Para terminar se recomienda los turdiles -especie de masita crocante bañada en miel- ($5 la porción). Vale la pena decir que aquí también funciona una confitería que hace las delicias de los golosos. Como gentileza de la casa la cafetería hace un descuento del 10%, que se extiende de 7 a 10 hs. Un lugar que los nostálgicos del paso doble no pueden dejar de conocer. Boedo 845
Museo Renault
Emplazado en la planta baja del Palacio Alcorta, el Museo Renault es una experiencia proyectual que combina diseño con técnicas de avanzada en imagen y sonido. Este multiespacio está conformado por 2 salones (San Martín y Ocampo), unidos a través de un tercero Salón de Usos Múltiples (S.U.M). Finalmente, hay un cuarto salón denominado Privee. En cuanto al restaurante, sushi bar y pub, funciona en el salón San Martín. Aquí se pueden probar exquisiteces orientales en manos de los expertos chef Martín Repetto y Sebastián Notari. Además del sushi, también se puede disfrutar de sandwiches y waffles. Sugerimos el waffle crocante de panceta, cebolla de verdeo gratinado con queso gruyere. Y si se quiere algo dulce, las tortas y los waffles dulces son una exquisitez. Por otra parte, los tragos son preparados por habilidosos bartenders, los cocktails y los tragos largos son imperdibles. El Museo Renault luce impecable tanto en decoración como en atención. Es sin duda un lugar distinguido de la cuidad de Buenos Aires. Av. Figueroa Alcorta 3301
John John (Retiro)
En pleno microcentro, los porteños se dan un respiro cada vez que salen de la oficina. O eso es lo que intentan a juzgar por la cantidad de gente que invade cada tarde John John. En búsqueda de alguna cerveza importada o un whisky que pueda saciar la sed y el espíritu, los oficinistas se congregan y disfrutan de la buena música y la compañía de los pares. La ambientación del lugar ayuda a producir encuentros: mucha oscuridad y buena música para todos los presentes. Sin embargo el lugar cambia según las horas, los mediodías son más tranquilos, ideales para un almuerzo ejecutivo; mientras que las tardes y las noches hay un clima más festivo. Los jueves, viernes y sábados hay shows de eventos y los miércoles la temperatura sube cuando los streapers -hombres y mujeres- hacen su esperada aparición. En cuanto a los tragos, las cervezas y los whiskies son los preferidos en la imponente barra. Si de comer se trata, durante el mediodía hay dos menúes para elegir (de $10 y $15). Ambos incluyen entrada, plato principal, postre, bebida y café. Durante la noche se puede elegir algunos de los tentadores platos de la carta. Reconquista 924
Santa Quilmes que estás en el freezer
tan refrescante suena tu nombre.
Venga a mi vaso tu cuerpo.
Haznos sentir el sabor del encuentro.
Hágase tu presencia así en la mesa
como en el suelo.
El porrón de cada día, dánoslo hoy.
Perdona al fernet branca así como
nosotros perdonamos a las gaseosas.
Y no nos dejes caer en la resaca, más
líbranos de la cirrosis... Salud!