A días del estreno del último programa del año en el San Martín, nos reunimos con un icono del teatro argentino.
Trabajar en el Teatro San Martín es realmente un trabajo satisfactorio. Se respira un ambiente de compañerismo y respeto por los que comparten ese espacio con uno. Para mí que vengo del teatro privado es notable la diferencia en cuanto a las consideraciones justificadas que se tienen con los trabajadores.
Por último quiero acotar que para mi recorrido estar trabajando en este momento junto a Mauricio Wainrot es un verdadero honor y reconozco en él a un auténtico conductor, por capacidad artística y operativa. El grupo de bailarines que ha formado es realmente impresionante y suma un motivo más a mi alegría por estar trabajando en esas paredes de la calle Corrientes.
Fue y es adaptarme al formato de trabajo que existe en el teatro.
Sin dudas, El Mesías por la integridad de la composición musical y lo magnífico de la creación de Wainrot.